Editorial del New York Times del 8-4-10
Una Injusticia en España
8-Abril-2010
Sigue adelante el procesamiento del magistrado más célebre de España, Baltasar Garzón, cuando debería haber sido desestimado por su motivación claramente política.
Se le imputa la decisión de investigar las desapariciones de más de 100.000 personas en la guerra y la represión franquista en la primera década de la posguerra en contra de lo que la ley de Amnistía de 1977 señala. Las acusaciones proceden de dos grupos de extrema derecha que temen una investigación de los crímenes del franquismo. Es lamentable que uno de los magistrados (compañero de Garzón) llevara adelante el procedimiento contra él esta semana .
Por todo ello será suspendido en funciones, en espera de juicio. Si se le condena, se le apartará de la profesión durante 20 años, poniendo así fin a una trayectoria dedicada a conseguir que rindan cuentas ante la ley terroristas y dictadores. Esto sería del agrado de sus enemigos políticos pero pervertiría el sentido de la justicia.
Los verdaderos delitos en este caso son las desapariciones, no la investigación de Garzón. Si estos crímenes de lesa humanidad son, como parece probable, contrarios al derecho internacional, la ley española de Amnistía de 1977 no podrá garantizar su absolución. Los verdugos ya han muerto y Garzón dejó las pesquisas, pasando el testigo a las autoridades judiciales de las zonas de las exhumaciones.
El juez Garzón se ha ganado muchos enemigos a lo largo de los años por su coraje y sus polémicas actuaciones. Ha sentado en el banquillo a terroristas vascos y de Al-Qaeda, a poderosos políticos españoles, a dictadores latinoamericanos y a matones de la mafia rusa.
Son de su gusto casos como el famoso intento de llevar ante la justicia al ex dictador de Chile, Augusto Pinochet; pero a veces se excede. De cualquier manera, ha luchado incansablemente contra la impunidad de los poderosos y por impulsar la generalización de los derechos humanos en la legislación internacional.
Debería permitirse al Sr. Garzón que continúe su trabajo cuanto antes. España necesita un reflexión sincera sobre su atormentante pasado; no la detención de los que han osado proponerlo.
—————-
El estado de derecho/desecho: Garzón y su club de fans..(de http://joanmarti.wordpress.com/)
Abril 24, 2010 · Dejar un comentario
Querido luis, en relación al panfleto ese de adhesión internáutica al Garzón que me mandaste, voy por partes:
– Una premisa básica y obvia en respuesta a lo que me dices: Como dijo el viejo Marx, el sistema jurídico-legal no es ni más ni menos que la superestructura del estado mediante la que los grupos sociales dominantes someten por la fuerza a los dominados, creando y usando para ello leyes y normas más o menos literarias e ilusorias y manteniendo a unos colectivos de asalariados (jueces, funcionarios, policías..) para ejercer tal función según convenga, por lo que el “estado de derecho” es simple literatura para ingenuos y resulta obviedad simple que el sistema legal está politizado y actúa según la casuística del momento.
Y en esos barros aparecen estas historias maniqueas de buenos y malos a la caza del maniquí firmante; las campañas de los del psoe y los del pp, las adhesiones, etc., insultantes para nuestra concepción racional y dialéctica de las cosas. Mejor pensar un poco por nosotros mismos y huir del gregarismo de la firma que nos proponen –en este caso- los del psoe como en otros nos lo han propuesto los ídem del pp. Adhesiones a piñón fijo ni una, amigo!.
– Aceptando la premisa dicha de que estamos dentro del “sistema”, hay que decir que, en el derecho penal y en la práctica judicial diaria de este “estado de derecho”, un auto de apertura de juicio oral o de imputación se abre contra cualquier hijo de vecino cuando hay indicios de que puede haber cometido un delito. Diariamente se dictan miles en España y los jueces los dictan muchas veces a la ligera, casi en papel formulario, contra cualquier quinqui que muchas veces no tiene siquiera la oportunidad de presentar pruebas o recursos y te digo que Garzón ha dictado esos autos a centenares contra gente, vascos principalmente, que no ha tenido tanto derecho a defensa, a presentar pruebas, proponer diligencias, etc., como está teniendo él. Es más, a veces en el mismo auto te mandan a la cárcel, que ha sido práctica bastante habitual de Garzón con sus imputados-vascos. Por tanto, a Garzón el “sistema” le está tratando como a cualquier español y resulta pelín hipócrita, y poco de izquierdas, rasgarse las vestiduras por esa “normalidad” del sistema judicial, salvo que se pretenda un privilegio para el juez estrella porque ahora nos “ayuda” en la lucha contra el pp (como antaño nos jodió cuando lo del gal..)
– En la causa del banco Santander lo que hizo el hombre estrella fue “conseguir” de botín (buen nombre para un banquero) el dinero para financiar los cursos que dio en nueva york, y de botín salió su sueldo, sus billetes de avión, vivienda y la matrícula de su hija, etc., por importe aproximado de unos 300 mil dólares. Ello mientras continuaba cobrando como juez, como funcionario con “licencia” por estudios (yo no sé si en tu empresa te seguirían pagando tu sueldo mientras te vas al extranjero y das unos cursos embolsándote unos miles de dólares y a gastos pagados) ocultando la remuneración al Consejo General del Poder Judicial. Al regreso, al cabo de 5 meses, le entró en su juzgado una querella contra Botín y ni siquiera la admitió a trámite, lo cual es muy excepcional en nuestro sistema legal. Entre tanto, constan dos o tres cartas en las que se dirige a gerifaltes del Santander y al botín, “querido Emilio”, pidiéndole más dinero o agradeciéndole el que le había dado en la financiación de sus cursos. Eso, en el código penal y para cualquier juez español, se llama cohecho: dictar a sabiendas resolución injusta a cambio de un precio o dádiva y así lo dicen los artículos 419 y siguientes del código. El relato de los hechos, los importes de los viajes, los cobros y las cartas a Botín parece que están documentados y demostrados y eso es lo que hay; indicios racionales de cohecho, y si ha cohechado –valga el palabro- debe tratársele como a cualquier juez que cohecha, o sea, que se vende, si no, apaga y vámonos..
En la causa de la memoria histórica y la querella de la derechona, lo que hace es abrir una causa que, como juez -y cualquier abogado te lo confirmaría- él sabe que no va a prosperar, y juega con los sentimientos de la gente (viejos comunistas, republicanos, gentes de izquierdas, en general) sólo para salir en los telediarios y seguir con su ego de juez estrella. Pero cualquier estudiante de segundo de derecho sabe que: 1.- la responsabilidad penal se extingue con la muerte; por tanto la de Franco y los otros 44 fascistas, ya muertos, está prescrita y no hay ninguna posibilidad legal de procesarlos, 2.- existe una ley de amnistía de 1997 que anuló las posibles responsabilidades penales de todos, de los fachas y de los nuestros y 3.- el juez competente, en su caso, era el de cada partido judicial donde habían sucedido los hechos en la guerra o en la posguerra. Y Garzón actuó siempre con los informes en contra del ministerio fiscal y de la sala de la audiencia nacional que le decían continuamente que se estaba equivocando, que actuaba ilegalmente y que se estaba pasando el derecho por el forro .. Por tanto, en este asunto el juez estrella se dedicó a hacer el paripé durante unos meses y chupar cámara para al final, él mismo, archivar la causa que había abierto y decepcionar a la gente de izquierdas que tenía ilusión en reivindicar la memoria de los suyos/nuestros. Y de tal actuación nace la posible prevaricación (art. 404 Código Penal: A la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años.). Y resulta incómodo en este caso coincidir objetivamente con el fascismo patrio, que es quien presenta la querella contra el juez estrella, pero, si se aceptan las reglas de(l) juego del “sistema” lo que hay es lo que hay.
– En la causa de las escuchas, ordena la intervención de las conversaciones entre tres abogados y sus clientes (en el caso Gürtel), pero estas escuchas son ilegales, Y él como jurista y juez lo sabe, porque solo se contemplan en la ley de enjuiciamiento criminal para los casos de terrorismo. Y, cuando se enteran, los tres abogados “escuchados” se querellan contra él y el colegio de abogados de Madrid, que representa a muchos miles de abogados, también se persona en la querella contra él, porque eso es gravísimo, ya que por esa vía se anula el derecho a la defensa que tiene cualquier ciudadano, tú o yo, sea de izquierdas o derechas, a una defensa legal y con garantías en este sistema del “estado de derecho” tan celebérrimo y celebrado, aunque sea un mangante como los del Gürtel. Por cierto, que esas escuchas ilegales luego fueron declaradas nulas por la audiencia y, curiosamente, hasta podrían servir para que se anulara el caso Gürtel y muchos de estos mangantes salieran libres, cuando hay otras pruebas que les incriminan. Estas escuchas ilegales, por otra parte, el hombre las ha ordenado centenares de veces en los casos de los vascos y han sido denunciadas un montón de veces, como también denunciaban las torturas ante él sus imputados detenidos, pero no pasaba nada porque eran sólo eran vascos..
Todo lo anterior es así, querido Luis, salvo inexactitud de algún detalle, y, si al final lo sientan en el banquillo por cualquiera de ellas o por las tres causas, eso debe considerarse “normal” en un “estado de derecho”; el tratarle como a cualquier ciudadano. Y cuando la imputación afecta a cualquier juez, SIEMPRE SE LE SUSPENDE CAUTELARMENTE, de modo que lo que pretende la campaña pro Garzón es que con él se haga una excepción, como una ley especial que consagre su privilegio de español superior a los otros, a tí y a mí, que establezca su impunidad, y eso es una majadería que repugna al sentido común, amigo luis..